Seco y potente, es uno de los grandes entre los Vinos de Jerez. Su enorme complejidad aromática y personalidad lo sitúa a la altura de platos con carácter ante los que despliega todo su potencial. Es el vino más apropiado para carnes rojas y de caza. Combina perfectamente con guisos como el rabo de toro o la carrillada. Excepcional maridaje para las setas, así como para los quesos muy curados.