Zanahorias aliñadas

Pelar las zanahorias y ponerlas en una olla con agua fría sin sal. Cuando todas las zanahorias están peladas arrancar la cocción desde frío. Es importante que las zanahorias no queden muy blandas así que en cuanto comience a hervir el agua estar atentos para retirarlas cuando sea fácil clavarles un cuchillo y que el centro ofrezca resistencia. Escurrir y dejar enfriar un poco. Cortar las zanahorias en rodajas gruesas cuando todavía estén templadas y ponerlas en una ensaladera. Rociarlas generosamente con el vinagre de Jerez, tapar con film y dejar reposar en el frigorífico al menos una hora, removiéndolas de vez en cuando para que vayan absorbiendo el vinagre por igual.

Majar los dientes de ajo con el perejil y después emulsionar ligeramente en el mismo mortero con el aceite. Añadirlo a las zanahorias y volver a rociar con vinagre de Jerez, mezclar para que todas la zanahorias vayan quedando impregnadas con el aliño.

Condimentar con orégano y comino al gusto. Dejar reposar al menos una hora más en el frigorífico, aunque lo ideal es que repose de un día para otro. Momentos antes del servicio sazonar al gusto el punto de sal. Ojo, la sal solo se incorpora en el último momento para facilitar que las zanahorias absorban bien los diferentes aliños y que no pierdan el sabor durante el reposo en frío.