Lasaña con salsa boloñesa

Para el éxito de esta receta es fundamental contar con una pasada fresca de calidad y un suculento ragú o salsa boloñesa. Se puede hacer con hojas de pasta fresca compradas en el supermercado pero hay que apostar por una pasta de calidad.

Si se opta por hacerla en casa esta es la receta:

Poner la harina formando un volcán sobre una superficie lisa y amplia. Romper los huevos y ponerlos en el centro de la harina. Con un tenedor ir incorporando la harina que está junto a los huevos a los mismos, sin romper la pared de harina del exterior. Cuando los huevos ya no estén líquidos incorporar el resto de la harina a la mezcla. Trabajar la masa con las palmas de las manos para que se mezclen bien los huevos con la harina de manera homogénea y lisa. Si la masa queda demasiado seca mojarse las manos con un poco de agua y aligerar la masa. Si la masa queda demasiado húmeda y se pega a las manos entonces incorporar algo más de harina poco a poco y trabajar de nuevo la masa. Este punto dependerá del tamaño de los huevos. Envolver la masa con un film de cocina y reposar al menos una hora en el frigorífico. Pasado el tiempo de reposo estirar (no comprimir o apretar) la masa con un rodillo o una máquina de estirar masa. Cuando esté muy fina cortar en láminas rectangulares y dejar secar sobre un paño limpio de hilo.

Para el ragú o salsa boloñesa poner en una cazuela el AOVE y fundir en él la mantequilla. Saltear la cebolla y dorarla un poco. Añadir la zanahoria y el apio y pocharlo todo. Añadir la carne picada separándola en la cazuela. Sazonar con sal. Cuando la carne esté cocinada añadir el vino Fino y seguir cociendo a fuego medio. Pasados unos minutos añadir el caldo. Seguir cocinando la carne hasta que haya evaporado el caldo y quede todo con una textura melosa. Entonces añadir los tomates en trozos grandes con su jugo, mezclar y cocinar a fuego muy suave sin tapar durante tres horas, removiendo el guiso de vez en cuando. Pasado el tiempo de cocción reservar.

Para la bechamel calentar la leche y reservar manteniéndola templada. Fundir la mantequilla en una sartén a fuego suave. Tamizar la harina sobre la mantequilla fundida batiéndola al mismo tiempo con unas varillas para que se incorpore sin formar grumos. Cuando esté uniforme ir añadiendo la leche en pequeñas cantidades sin dejar de mezclar con las varillas. Cuando esté vertida toda la leche seguir removiendo y cocinar hasta que tenga una textura espesa pero cremosa. Apartar del fuego cuando la bechamel se adhiera bien a las varillas y entonces añadir el queso rallado moviendo con las varillas para que se integre de manera uniforme con la bechamel. Dejar enfriar y reservar.

Para la lasaña precalentar el horno a 200 ºC . Untar el fondo y las paredes de una fuente para horno honda con mantequilla y un poco de bechamel. Cubrir el fondo con una capa de masa fresca en hojas rectangulares. Cubrir la pasta con una buena capa de bechamel y sobre esta capa montar otra de salsa boloñesa. Cubrir con pasta fresca y repetir la operación anterior. Repetir el número de capas hasta dejar suficiente bechamel y salsa de carne como para cubrir todo lo anterior. Mezclar la bechamel y la salsa de carne y cubrir todo el montaje anterior. Añadir un poco de la mantequilla en dados sobre la salsa anterior y cubrir con el parmesano rallado. Hornear en la parte superior del horno durante 20 minutos hasta que se gratine la parte superior.