Tortilla de patatas

Pelar, lavar y secar las patatas. Cortar las patatas en láminas de entre 2 y 4 milímetros de grosor procurando que sean similares. Calentar el aceite suficiente para cubrir las patatas en una sartén de aproximadamente unos 25 centímetros de diámetro. Cuando el aceite esté caliente freír las patatas, los primeros minutos a fuego vivo y después a fuego suave. Cuando las patatas comiencen a tomar un tono dorado se retiran del aceite, se sazonan con sal y se dejan escurrir. Retirar el aceite de la sartén con precaución ya que está caliente, dejando un poco para cubrir el fondo de la sartén.

Batir los huevos en un cuenco que tenga capacidad para mezclar todos los ingredientes y sazonar con sal. Añadir las patatas y mezclar para que quede lo mas homogéneo posible. Calentar de nuevo la sartén e incorporar la mezcla de huevos y patatas a la misma repartiéndola de manera uniforme. Mantener el fuego vivo los primeros minutos y después suave. Pasados unos minutos mover la sartén por el mango para despegar la tortilla del fondo y repetir la operación de vez en cuando. El fondo de la tortilla irá adquiriendo un tono dorado, cuando esté a nuestro gusto se cubre la sartén con una tapadera o plato más grande que su diámetro, volcar la sartén y se vuelve a depositar la tortilla por su otro lado en la sartén. Mantener a fuego suave y volver a moverla para que no se pegue al fondo.

Cuando alcance el punto deseado de cocción volcarla en un plato y servir. Existe una variante muy extendida que consiste en añadir una cebolla picada en trozos medianos a la patata desde el principio del proceso.